
Cuando me voy de viaje a algún sitio, me vaya una semana o dos días, el tamaño de mi maleta parece ser invariable. Paradójicamente, cuando cambio de casa, el número de bártulos trasportables disminuye. No sé si se debe a un ejercicio de madurez (estoy aprendiendo a distinguir lo útil de lo inútil, lo importante de lo insustancial,cosa que no sé diferenciar en otros aspectos de mi vida) o más bien a la cantidad de ropa, de cd´s y de libros que tengo repartidos y algunos desgradaciadamebnte ilocalizados.
Sea como fuere, me he mudado. A una casa cálida, en el barrio desde el que veo mi anterior ventana.
Comparto salón, cocina, baño, pasillo, salita, aceite, sal, pastas, sartenes varias y pared izquierda con una pedazo de mujer, Inés.
Espero que se me pegue algo de su manera de escribir (ruego intensamente)
A cambio, prometo dar el coñazo con la guitarra.
EXPRESIONISMO
Alguna noche blanca y rencorosa
con el tiempo pasado,
si la mujer de Munch abre los ojos
y el cuadro y la memoria
son objetos de morbo,
si el tiempo y la cabeza se atrincheran en miedo
y, fuera, los relojes,
como perros empiezan a ladrarme,
antes de fabricar
mi propio crucifijo manejable,
intento descubrir
el lado
amable de los clavos.
Inés Toledo.
*
2 comentarios:
Menuda alianza de bichas que vais a hacer :)
Peligro.
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